Innovar para Competir: Clave para el Éxito Comercial de la Industria Argentina
Por Germán Oscar Kuglien y Leandro Manuel Sicca.
En un mercado volátil, complejo y competitivo, la innovación sistémica es una herramienta estratégica indispensable para las empresas industriales. No se trata solo de adoptar tecnologías avanzadas, sino de integrarlas de forma ágil para generar valor, optimizar procesos y responder a las demandas de un entorno globalizado.
Desde nuestra experiencia liderando áreas de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i) y nuestra formación en Dirección Comercial, hemos constatado que las organizaciones que priorizan la innovación no solo se adaptan mejor a los cambios, sino que logran diferenciarse y llegar al mercado de manera más exitosa.
La innovación como eje estratégico
En el ámbito industrial, innovar no se limita a crear nuevos productos o mejorar procesos. También implica desarrollar modelos de negocio ágiles e implementar herramientas que permitan alcanzar estándares internacionales de calidad. Estas prácticas mejoran la eficiencia interna, posicionan a las empresas como referentes y generan confianza entre clientes y socios estratégicos.
Para gestionar la innovación, guías internacionales como la serie ISO 56000 son recursos clave. Ayudan a planificar estrategias, priorizar iniciativas, establecer alianzas y medir resultados. Además, no solo las grandes corporaciones pueden innovar. Las pymes también tienen oportunidades al aprovechar vínculos con el sistema científico-tecnológico y programas de financiamiento, como aportes no reembolsables o créditos a tasas preferenciales.
Claves para innovar con impacto comercial
1. Foco en la solución de problemas reales
La innovación debe orientarse a resolver necesidades concretas del mercado. Escuchar a los clientes y ofrecer soluciones personalizadas, apoyadas en ventas consultivas e ingeniería de valor, es un factor diferenciador frente a la competencia.
2. Adopción estratégica de tecnologías habilitadoras
Herramientas como inteligencia artificial, manufactura aditiva y simulación avanzada, cada vez más accesibles, permiten desarrollar productos eficientes y competitivos. La planificación estratégica al implementarlas asegura un impacto positivo en los objetivos comerciales.
3. Cultura de innovación y gestión del conocimiento
El principal activo de una empresa son sus personas. Fomentar una cultura de aprendizaje continuo, creatividad y colaboración interdisciplinaria, además de tolerar el aprendizaje de errores, es clave para impulsar la innovación. A su vez, gestionar el conocimiento garantiza que las buenas prácticas se integren al ADN organizacional.
4. Gestión del portafolio de innovación
Un portafolio diversificado de proyectos permite optimizar recursos y equilibrar riesgos. Priorizar iniciativas con mayor impacto y adaptarse a los cambios del entorno asegura nuevas oportunidades comerciales y resultados sostenibles.
5. Colaboración estratégica con el ecosistema industrial y científico
Aliarse con universidades, centros de investigación y otros actores del ecosistema de innovación facilita el acceso a conocimientos y recursos. Estas colaboraciones son fundamentales para desarrollar soluciones avanzadas y competitivas.
La innovación en acción: Casos prácticos
En Argentina, sectores como energía, metalmecánica y servicios de ingeniería han demostrado el impacto de la innovación. Por ejemplo, en el sector nuclear y de petróleo y gas, el desarrollo de componentes críticos ha generado productos con valor agregado y competitivos a nivel global.
Asimismo, en el ámbito de la ingeniería, la integración de tecnologías digitales para diseño y simulación ha optimizado tiempos y costos, garantizando proyectos de alta calidad. Este sector es un referente argentino, destacándose en mercados internacionales por la excelencia de sus profesionales.
Libros como Innovar en Argentina. Seis trayectorias empresariales basadas en estrategias intensivas en conocimiento (Thomas, Santos y Fressoli, 2013) analizan casos de empresas argentinas que han logrado innovar con éxito, destacando factores críticos como la colaboración y el desarrollo de capacidades innovadoras.
Innovar para competir y trascender fronteras
La innovación, cuando se aborda de manera estratégica y sistémica, no solo mejora los procesos internos, sino que también abre puertas a mercados internacionales. Cumplir con estándares globales de calidad y sostenibilidad es esencial para aprovechar estas oportunidades.
Desafíos como la transición energética y la economía circular presentan nuevas posibilidades, como la generación de gas licuado (GNL) y el desarrollo de cadenas de valor del litio e hidrógeno de bajas emisiones.
Conclusión: Construyendo el futuro industrial
Innovar no es un gasto ni una moda; es una inversión clave para mantenerse relevante y competitivo en un mercado globalizado. Las empresas que priorizan la creatividad, la colaboración y el desarrollo tecnológico están mejor posicionadas para enfrentar los desafíos actuales y futuros.
El diálogo entre I+D+i y las áreas comerciales es crucial para desplegar soluciones en mercados clave. Creemos que el éxito comercial está al alcance de quienes asuman el compromiso de innovar constantemente con propósito. Innovar no es solo un medio para crecer; es el camino para liderar y marcar la diferencia en la industria argentina.
Germán Oscar Kuglien
Mg. en Dirección Comercial | Esp. en Gestión de la Innovación | Lic. en Diseño Industrial
Coordinador de I+D+i | CONUAR S.A. | Docente Universitario
Leandro Manuel Sicca
Mg. en Dirección Comercial | Lic. en Negocios | Prof. en Disciplinas Industriales
Jefe de I+D+i | EQA SAIC | Docente Universitario