Argentina en 2025: una economía en recuperación, pero con desafíos por delante
El año 2025 comenzó con señales positivas para la economía argentina, que intenta dejar atrás la recesión del 2024. Sin embargo, no todos los sectores crecen al mismo ritmo, y algunos enfrentan dificultades para repuntar. Mientras que el comercio y el crédito privado muestran mejoras, la industria y la construcción siguen rezagadas. ¿Qué se espera para los próximos meses?
Un crecimiento moderado con diferencias entre sectores
A nivel general, las proyecciones para el año son alentadoras. Se estima que el Producto Bruto Interno (PBI) crecerá un 4,8% en 2025, una mejora respecto al 4,6% que se había proyectado inicialmente. Sin embargo, este crecimiento no será uniforme. Algunos sectores avanzan con firmeza, mientras que otros enfrentan obstáculos que podrían frenar su recuperación.
Uno de los sectores más afectados sigue siendo la industria manufacturera, que aún no logra alcanzar su máximo potencial. En enero, el uso de la capacidad instalada fue del 55%, un nivel similar al de hace un año, lo que indica que el sector aún no despega completamente. Además, en el último mes, la actividad industrial cayó un 1,3%, marcando su peor desempeño desde octubre de 2024.
La construcción, otro pilar fundamental de la economía, también enfrenta desafíos. La paralización de la obra pública y el alto costo de los materiales han afectado al sector, que depende en gran medida de la inversión estatal. Aunque el mercado privado ha tratado de compensar con proyectos financiados por créditos hipotecarios, el crecimiento aún es limitado.

Sectores con mejor desempeño y oportunidades para el futuro
A pesar de estas dificultades, hay sectores que muestran un crecimiento sostenido y podrían impulsar la economía en los próximos meses. La minería, el petróleo y el gas se perfilan como motores clave de la recuperación, gracias a inversiones en infraestructura y exportaciones que generan divisas para el país.
El comercio es otro sector con señales positivas. Gracias a la expansión del crédito privado, las ventas minoristas crecieron un 1,1% en febrero, según datos de la CAME (Confederación Argentina de la Mediana Empresa). Si esta tendencia se mantiene, podría generar un impacto positivo en la generación de empleo y en la actividad económica en general.
¿Qué esperar para el resto del 2025?
A medida que avanza el año, la expectativa es que la economía continúe en una senda de recuperación, aunque con diferencias marcadas entre sectores. Para que el crecimiento sea sostenido, será clave que el sector industrial y la construcción logren reactivarse.
Algunos factores que influirán en la evolución económica incluyen:
• La estabilidad del tipo de cambio: Una moneda estable podría favorecer la inversión y el consumo, pero también podría impactar en la competitividad de la industria local frente a los productos importados.
• El acceso al crédito: Si el financiamiento sigue expandiéndose, podría impulsar tanto la inversión como el consumo interno.
• Las exportaciones de sectores estratégicos: La minería, el gas y el petróleo jugarán un papel clave en la generación de ingresos para el país.
En definitiva, Argentina enfrenta un 2025 con expectativas de crecimiento, pero con desafíos que aún deben resolverse. La clave estará en encontrar un equilibrio entre sectores en expansión y aquellos que necesitan más apoyo para salir adelante.